Cuando se asume el reto de guiar a un grupo de niños o jóvenes, tomamos importante responsabilidad de liderar su proceso de formación como personas, ciudadanos y futbolistas de un conjunto de niños que son el futuro de nuestra sociedad.
Es significativo comprender que mientras se trabaja con ellos no todos conseguirán el sueño de dedicarse profesionalmente en el fútbol. Entonces si se entiende el desarrollo y la educación deportiva con la única finalidad de generar jugadores de elite estaríamos condenados al fracaso como institución.
Siendo conscientes de esta realidad, este proyecto deportivo no puede centrarse en un ámbito motor, en lo estrictamente relacionado al rendimiento futbolístico, debe ambicionar más, debe ir más allá, impulsando el desarrollo de la totalidad de los aspectos que constituirán la personalidad del jugador Cardenal.
Exponiendo el anterior punto de vista es fundamental que, a lo largo de la formación de los niños, niñas, jóvenes y por qué no, padres de familia del club, se enfoque el proceso en los siguientes ámbitos: